14 julio 2025 / por Orliana
Vienen desde distintos rincones, con el entusiasmo que deja el aprendizaje vivido en el Programa ABC: The Art of Business Coaching, o tal vez, con la huella de otras escuelas que les abrieron la puerta a la mirada de la ontología del lenguaje. Hemos visto en muchos coaches esa chispa en los ojos, ese asombro que aparece cuando empezamos a descubrir el poder que habita en las competencias recién adquiridas.
Y no es para menos. Hay algo especial en ese primer momento en que empezamos a hilar con conciencia las hebras del lenguaje, la escucha, la indagación en el cuerpo o en los distintos niveles de la emoción… a notar lo que antes pasaba desapercibido, a soltar nudos que parecían eternos. Es un instante de revelación, una epifanía: de ver cómo lo que creíamos sencillo -como hablar, escuchar, e indagar- hoy se transforma en una competencia profunda, capaz de re interpretar narrativas que abren paso a posibilidades, es ahí cuando cuando si se cumplen las condiciones de un espacio emocional ético, que agregue valor al coachee y que opere desde la Ontología del Lenguaje, es que recién podemos decir que existe “Coaching Ontológico”… ¿Pero eso es suficiente para que el proceso llegue hasta ahí? … pues en la Escuela de Coaching Ontológico de Rafael Echeverría, ECORE, creemos que no.
Como un río que busca su cauce más hondo, nuestro camino en el coaching ontológico no puede quedarse en la superficie. Desde la perspectiva de la ECORE -la propuesta de la ontología del lenguaje- la cual es dinámica y mutable se debe re explorar para que encuentre una o varias salidas de transformación posibles que solo la experiencia y el manejo de la propuesta, da la flexibilidad para adquirir la profundidad para ser efectiva. Y es que, si el aprendizaje no se renueva ni se transforma en acción, se estanca. Pierde fuerza. Se vuelve repetición, casi una fórmula vacía incapaz de generar transformación,
Las competencias genéricas, esas que, – por ejemplo- nos permiten identificar cuándo nos cuesta pedir ayuda, poner límites, cumplir promesas, gestionar emociones, reclamar, evadir conversaciones, o simplemente escuchar— son fundamentales. Pero ellas son solo una punta de un iceberg inexplorado…. la pregunta es: ¿qué hay debajo de eso? ¿Qué historias, qué heridas, qué grietas o vacíos sostienen esas dificultades?
Ahí es donde aparece la necesidad -más aún, la urgencia- de mirar de frente nuestras incompetencias existenciales. Porque a veces, lo que nos limita no es la falta de técnica, sino posiblemente una grieta más profunda, un tentativo dolor callado que arrastramos sin darnos cuenta. Y como bien comenta Rafael Echeverría se esconde en los “condicionantes ocultos del Observador” (ya sea en el propio observador o incluso su sistema).
La cita de Nietzsche, «Quien con monstruos lucha, cuide de no convertirse en monstruo. Y cuando miras largo tiempo a un abismo, también el abismo mira dentro de ti», podría interpretarse, entre muchas formas, de que si no nos animamos a entrar en esas zonas oscuras, a explorar lo que ahí habita, corremos el riesgo de resignarnos y muy probablemente nunca dar con ellos. De quedarnos atrapados en narrativas,que nos impiden desplazarnos hacia límites o aprendizajes.
¿Y qué pasa si nos quedamos en la orilla? ¿Qué riesgos corremos? Tal vez no pasa nada o tan solo, podríamos seguir viviendo resignados y/o atados a la historia de la “niña o niño abandonado” aferrados a la inmutabilidad de “justificar mis acciones o las de mis coachees a “la ausencia de un padre/madre”. Con todo, no son cosa menor. Caer en la trampa de creer que “ya sabemos lo suficiente». Nos compramos la idea de que lo aprendido hasta ahora es “todo lo que hay”, es cavar la tumba de la propia obsolescencia ontológica y profesional.
Si no nos damos el tiempo de explorar las raíces históricas y filosóficas que sostienen nuestra disciplina, si no nos asomamos al pensamiento de quienes abrieron camino en la ontología del lenguaje, como lo hizo Rafael Echeverría, nos estamos perdiendo una riqueza enorme, incluso de contribuir y apelar con nuestro propio pensamiento reflexivo y contribuir al desarrollo de la propuesta quedándonos como meras ovejas de un rebaño, con prácticas “que se usan”, “que son tendencia” o “están de moda”.
Nos quedamos sin entender por qué ciertos patrones se repiten una y otra vez en nuestros coachees, por qué el dolor aparece de forma tan parecida en distintas relaciones. Nos limitamos, sin querer, en nuestra capacidad de ayudar, porque “no podemos intervenir en lo que no podemos distinguir”. Y si solo vemos las ramas pero no comprendemos las raíces, por más buena intención que tengamos, nuestras acciones pueden quedarse cortas.
Como bien dice Alicia Pizarro Domínguez, cofundadora de Newfield Consulting, “el aprendizaje más potente que podemos generar como coaches está en el aprendizaje de segundo orden, en lo transformacional, el que va al centro de la coherencia del “Observador”. Ahí está el verdadero poder. Y si no vamos por él, estamos dejando pasar la posibilidad de generar un impacto profundo.
Este Programa Avanzado en Coaching Ontológico no es solo una continuación del camino de un coach para adquirir competencias senior; es una invitación a dar un giro profundo, a un viraje ontológico que puede cambiar por completo la manera en que ejercemos nuestra práctica. Es una oportunidad para elevar nuestra efectividad, nivel de impacto y los resultados. Realizar esta profundización busca manejar con destreza un manejo más fino, más ético y más poderoso del discurso de la ontología del lenguaje, uno que transforma tanto a quien lo aplica como a quien lo recibe.
Para muchos de nuestros colegas senior, este programa ha sido el punto de inflexión más importante de sus vidas. No porque sólo se llevaron nuevas competencias y formas de intervención, sino más bien, una comprensión distinta y más profunda de sí mismos, de su devenir, y con eso, una nueva forma de acompañar procesos de transformación en otros.
Los frutos de su exploración ontológica ha sido tan valiosos que hoy se comparten en una importante publicación producida por Newfield Consulting, llamada “Incursiones Ontológicas”, que ya va por su décima edición y que pueden encontrar en distintas plataformas digitales literarias, tales como Amazon, Patagonia o Buscalibre.
Es por eso, que si eres coach Ontológico del ABC, o de otra escuela ontológica, los invitamos a desafiar sus propios saberes y a detenerse un momento para escuchar este llamado para ir más hondo. ¿Se animan a mirar de frente esa grieta existencial, a desmenuzarla y dejar que los lleve hacia un nivel más alto de maestría y compromiso en este camino que elegimos?. Pues bien, la siguiente edición comienza la semana del 13 de abril de 2026. ¿Te atreves a explorar los rincones más profundos del alma humana, la tuya y la de quienes caminan contigo?.
Nos vemos!
Este 10, 11 y 12 de abril, Santiago de Chile, fue sede de la segunda conferencia del Programa Avanzado en Coaching Ontológico de la Escuela de Rafael Echeverría. Esta sin duda es una de los encuentros más importantes y exigentes que vivimos en el programa y que preparamos con mayor cariño y exigencia para proporcionar a nuestros alumnos una experiencia única de transformación.
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